domingo, 26 de junio de 2011

ROMANCE MARINERO DE CASTILLA

En rebaño de nubes surcan mares
desdeñosos de azul y lejanía
bajeles con las velas desplegadas,
incendiadas barcazas se aproximan
al rojo acantilado del ocaso
donde una tarde más naufraga el día,
ufano es sus mareas es el cielo
un negro cobertor que el frío habita,
dormidas en su fuego las estrellas
sueñan voces remotas de vigías
y oscurece, sereno y apacible,
el mar, todo de tierra, de Castilla.

Amanece. Altos mástiles de chopos
emergen de las sombras y se agitan
en un temblor de espumas los sembrados,
vestidas de gorriones la alegría
sondean con sus picos mil gaviotas,
marinos de labranza al cielo miran
con el mismo mirar de sus ancestros
temiendo la tormenta o la sequía.
A falta de otro mar el sol se rompe
en aguas limitadas por orillas
y cantan, despertando de su sueño,
grumetes embarcados de por vida
en la dura tarea de ser hombres
arrojando su infancia por la quilla.
Sirenas imposibles se revelan
en las frondas que emergen como islas
entre estelas de surcos levantados
apenas por el beso de la brisa.
Otean en sus cofas las cigüeñas
prestas para gritar: “mar a la vista”
y una flota de sueños se guarece
en puertos flanqueados por encinas.

Las lentas parameras me contemplan
surcando el horizonte oscurecidas.
Yo traigo singladuras en los ojos,
naufragios, tempestades, travesías
y, de tanto remar, rotos los brazos,
el alma rota, intacta la sonrisa.
Avanzan los recuerdos su oleaje
sobre los pecios tristes de caliza,
¡qué armadas invencibles navegaron
estos mares de olvido, tan altivas!,
¡qué océanos remotos apuntaban
mascarones de sueños y conquistas!
Quiméricos marinos arrogantes
que sin saber nadar arremetían,
por ganar otros mundos, altas olas,
con el viento sin luz por las crujías
ocultan sus naufragios bajo tierra,
en la memoria en sombra de la vida
donde dejó el arado rectos rumbos
y un ensueño de luz y golondrinas.
Castilla marinera aún aguarda
con las vegas abiertas cual sentinas
el candeal piloto que gobierne
su derrota, su rumbo y su deriva.

3 comentarios:

  1. Primero mi felicitación por ese merecido premio. El
    poema es un bello canto a esa tierra que te vio nacer y que te hizo poeta.
    Después, la tremenda alegría de encontrarte en esta bitácora.
    Encontrase con un viejo amigo, es el premio de este día.
    Un abrazo.

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  2. Felicitaciones por el premio, me ha encantado el alma castellana descrita por usted, en mi caso el alma es mi ciudad y la lengua de mi padre y también me gustaría hacer un bonito poema a ésta y a mi padre, parte de mi alma, pero sé que un poeta no nace, sino que se hace con sufrimiento, con maestría y con mucho tesón, ese debe ser su caso; y hay que haber pasado por lo suyo para poder escribir como usted, un poeta es un sabio en experiencia, usted.

    Saludos

    Vicent.

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