A Ángel Cazorla Olmo, hombre, poeta, amigo.
1
(Santa Cruz de Marchena)
La patria de la infancia
tiene un río
donde el agua se muere y
nacen versos.
Amparan sus riberas
universos
que devienen después en
hielo frío.
El lugar de la infancia,
escalofrío
de espejo sin azogue en
el reverso,
es la tierra y el pan, un
cielo adverso
que va forjando al hombre
y su albedrío.
El lugar de la infancia
es sementera
para sembrar de poemas
los abrojos
y buscar el futuro en el
ayer.
La patria de la infancia
nos espera
con un temblor de sueños
en los ojos
y nunca la encontramos al
volver.
2
(Lovaina)
De todas las partidas, la
más dura
es aquella teñida de
añoranza,
abierto el corazón en la esperanza
de la vuelta soñada e
insegura.
Esta tierra de frío y luz oscura,
que recibe y se ofrece en
confianza
a quien huye del hambre y
la venganza,
deja un poso de amor y de
cultura
cuando al fin se retorna
al viejo idioma
para escribir en aire
detenido
un vuelo palpitante de paloma.
Y vuelve el corazón
agradecido
desde el viento, la luz,
el denso aroma,
a aquel franco lugar
donde hizo nido.
3
(Terrassa)
La patria de adopción
tiene un lenguaje
y cabalga llanuras sin
oeste
donde ganarse el pan,
aunque nos cueste
más de un llanto y pagar
algún peaje.
Aquí crecen los hijos,
andamiaje
donde puso el amor su luz
celeste.
Y vamos ya de vuelta del
agreste
camino de la vida en
vasallaje.
Ya se arrumban los días y
son romos
los pasos, las aristas de
la vida
gotearon de sangre
conmovida.
Como dijo Machado, de
aquí somos
por nacer al amor y al
imposible.
Y aquí nos hallará la
impredecible.
(Lugares de paso)
Donde se abrió la luz a
la existencia,
forjó la juventud su luna
nueva,
la mano maduró sobre la
esteva,
son lugares de amor, no
hay otra ciencia.
Son lugares de paso,
residencia
en la tierra del hombre
que se eleva
hacia nubes de luz desde
la gleba.
Son lugares de paso y de
querencia.
Pues estamos de paso por
la vida
dejándonos los versos por
los poros,
mojados por la rima y la
medida,
no queremos dejar falsos decoros
ni el adorno falaz en la
partida,
sí la palabra afín de
ocultos oros,
que sólo hombres somos,
somos huellas
de pasos en la mar y las
estrellas.
3er Premio en en III CERTAMEN DE POESÍA “POETAS DE ALMERIA”
del Centro Cultural Almeriense “FRANCISCO LÓPEZ CUADRADO”
Amigo Jesús, te agradezco en el alma esa deferencia que has tenido.
ResponderEliminarQué grande eres, poeta y qué grande el abrazo que te mando desde el lejano ca´diz donde vivo ahora...
Sabes que te admiro y te estimo, motivos de sobra para dedicarte alguno de estos versos que los dos escribimos porque nos lo pide el cuerpo. Un abrazo enorme desde la vecindad de la Egara romana que fue tu lugar de paso, vecindad que propició que llegáramos a conocernos.
EliminarUn abrazo enorme, amigo Ángel.
Hermosos sonetos. Quien tiene un amigo tiene un tesoro y si los dos son poetas uno y otro tienen la llave del cofre del tesoro.
ResponderEliminarEn efecto, Auri. Ángel, por edad podría ser mi padre. Pero es un gran amigo que me trajo la poesía, los sonetos especialmente.
ResponderEliminarGracias por estar tú también del lado de la amistad y la poesía.
Hermosos sonetos, Jesús. Soy una enamorada de ellos.
ResponderEliminarEncantada de conocerte a través de Poetas en Red.
Feliz jueves
Alguno más he escrito. En este mism0 blog hay un apartado (sonetos) donde puedes acceder a los aquí publicados. En "De decires y alondras" (2017) recojo 102.
EliminarUn abrazo, seguiremos en contacto.
Son bellísimos tus versos y dolorosa la patria de la infancia.
ResponderEliminarFeliz semana
Muchas gracias, Inma.
EliminarNuestra patria ahora son las palabras, la flor azul de los versos.
Un abrazo.