domingo, 1 de marzo de 2009

ORÍGENES

Yo vengo de una luz que quiebra en los alcores
su espacio y se hace viento azul de lejanía.
A un lado el pinar y el monte con encinas,
al otro el Duero avanza con su escolta de álamos.
El páramo luce sus yesos más vivaces,
los campos cultivados en el otoño se abren
y el campanario alza su voz y su cigüeña.
Yo vengo de una tierra, si pobre, bien vestida,
de sol, de primavera, de flores y de risas,
y, cuando manda el viento, de hojas y más hojas,
donde la arcilla guarda límpida y fresca el agua,
alma o tiempo de un pueblo que bebe, mira y calla.
Mi estirpe es mesetaria, sus pasos mil caminos
abrieron sobre el polvo, el polvo que hoy los cubre,
erigieron en piedra su espíritu de nube,
de cumbre entresoñada allende la llanura,
me dejaron el fuego en las noches de invierno,
un libro de arreboles escrito por el viento
y el suelo castigado donde el esfuerzo arraiga.
Ya todo lo he perdido, las paredes de barro,
la entraña de la encina herida por el rayo,
la tarde precursora de una noche de luna
desnuda por el río y la clara mañana
despertando a la vida con un agua en la cara.
Y en mi memoria busco el origen más próximo,
el mar que reconozco me acercará al primero
y hará de mi presente algún día recuerdos.
Por eso cuando tengas mi vida ante tus ojos
tendrás también la historia de un mundo que agoniza,
de un mundo que abandono por mirarme en tu risa,
cobardía de amor que, sin saberlo, absuelves.

1 comentario:

  1. Imagino mis frecuentes paseos por donde tu describes con
    "A un lado el pinar y el monte con encinas, al otro el duero..."

    y me sorprende tu fidelidad a tus orígenes. Y la fortaleza y realidad de tus sentimientos.
    Desde tu tierra, un abrazo

    Ismael

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