sábado, 9 de mayo de 2020

MAR, TODAVÍA... (los 52 golpes)

Desde 2017, en que se creó la página (los 52 golpes), 52 autores por año publican, durante 52 semanas, sus trabajos  (relatos, poesía... lo que deseen) 
Yo comencé en 2018. Durante 2019 escribí y publiqué 52 cartas en lo que llamé  Epistolario de Amelia. Y continúo, con relatos, poemas y otros escritos, en este 2020 atípico.
Ignoro, ni siquiera me lo planteo, por qué allí sí y aquí no. Quizás porque este blog nació con la idea de ser un muestrario de poemas para dar una visión de mi trayectoria y no como una bitácora periódica de navegación por mares más o menos literarios. El caso es que por no dejar tanta distancia, tanta holgura entre poemas, tanto espacio vacío donde se marchita el último post, y mientras decido si le doy otro uso más ágil, he pensado ir colgando poemas aparecidos en mis 52 golpes.
Comienzo por el de esta misma semana:


MAR, TODAVÍA...

                         Heme aquí frente a ti, mar, todavía…
                                  VICENTE ALEIXANDRE


En pañuelos de sal desfallece el sudor.
Por los muelles oscuros, condenados, grasientos,
los músculos revelan bajo la piel curtida
ademanes de rabia, corazones de fuego
entre barcos que crujen, fantasmales, al alba
y calcinados marinos naufragando sin viento.
Desde calles insomnes me llego a ti, mar, todavía…
Late contra los diques tu corazón de acero
y dejan en tu piel las huellas de la estiba
los pliegues que en mi frente el paso gris del tiempo.

Por las playas alegres, luminosas, abiertas,
donde grises gaviotas sobrevuelan veleros
y cuerpos blancos piden al sol impenitente,
para brillar de noche, ese color moreno
que por los siglos lucen los cuerpos sudorosos,
hundiendo en las arenas mis pies desnudos llego
de la dura meseta en que nací, mar, todavía…,
inmensidad ardiente de luminosos ecos,
espejo azul surcado por sueños y por cascos
que deshacen espumas cual nubes en el cielo.

Desde el polvo que avientan estos cansados párpados
mis ojos te interrogan, vasto dominio eterno.
Han bebido tus aguas procelosas o en calma
tantos dioses y hombres, tantos mitos y pueblos,
tanto afán sepultado en inmensas praderas,
tantas ciudades muertas, tantos soles despiertos…
Heme aquí frente a ti, inmenso, desolado…
A mi sediento espíritu, a mis labios resecos
llega tu alma salobre que la sed reaviva.
Y abandono mi ser confinado en tu espejo.

Publicado la semana 123 (19 de 52). 09/05/2020


6 comentarios:

  1. Precios poema sobre ese mar que tanto añoro, a pesar de tenerlo tan cerca.
    Un abrazo.

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    1. Un abrazo, Juan. Los que somos de tierra adentro añoramos el mar aunque lo tengamos ante los ojos.

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  2. JESÚS eres un poeta formidable, grande como ese mar del que hablas, inmenso, como la luz que desprenden tus poemas, ingenioso, puro y reflexivo. Te mereces todos esos éxitos que a lo largo de años has conseguido.

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    1. Gracias, Araceli. Después de tantos días apetece ver el mar y a los amigos. Que tenemos pendientes muchas cosas. Abrazos.

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  3. Como el agua, como el viento, así se desliza tu pluma sobre un papel agradecido. Un papel que te quiere y te brinda todo su cariño. Creo que es como la cámara. Hay gente muy foto génica. Ese nombre que dicho del amor del papel, no me lo sé. Si alguien lo sabe que lo diga, si no, no lo inventamos, sería una licencia.

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