miércoles, 27 de mayo de 2020

CONFIESO QUE HE LEÍDO

En estos tiempo de exrtrañamiento, uno va leyendo libros acumulados que solo hojeó en su momento, relee algunos otros y se propone, sin mucha convición, escribir alguna de las cosas que debió haber escrito y que quizá no escribirá nunca. Y siente en su piel el desánimo y la impotencia porque ningún confinamiento, ni siquiera una vida entera, alcanza para tanto. No queda otra que resignarse y aceptar lo inevitable disfrutando, mientras se pueda, de todo lo bailado y de las lecturas de los grandes escritores que dejan su presencia en el poema y de otros que no se asoman pero, sin duda, son también enormes juntadores de palabras.

I
Confieso que he vivido, que viví  para contarla;
que he contado los pasos de la arboleda perdida en mi país inventado;
como pez en el agua tomé greguerías de automoribundia;
pedí permiso para vivir en la casa del olvido antes del fin, ensayé
autobiografías en un armario lleno de sombras con el peso de la paja;
desde la última vuelta del camino dibujé mapas como un  espía
porque escribir es vivir siete vidas y media de recuerdos y olvidos,
es forjar un rebelde a fuerza de memorias.

II
Por campos de Castilla qué cántico y clamor el hombre acecha,
dios deseado y deseante, qué espadas como labios,
qué hijos de la ira en la casa encendida,
qué libertad bajo palabra donde habite el olvido,
rumor de agua redonda, desolación y vuelo,
ensayo de una despedida en círculos de viento,
diván del Tamariz o residencia en la tierra,
la semilla del óxido, trilce, altazor, orento, ancia,
la voz a ti debida, cuarzo azul en cuarto de mala música.
palabra sobre palabra… Palabras…
Palabras. Más que palabras:
Palabras…

III
Confieso que he escuchado y escucho todavía
con los ojos  a los muertos,
escudriño el libro de arena del bibliotecario ciego,
me siento, como él, deudor de lo que leo,
porque en un  libro abierto  está abierta la vida
está España a un lado, al otro América
y el mar está debajo del puente de las letras.
Confieso que he leído por saldar una deuda
de vida con el tiempo, que pertenezco a mundos infinitos
de innumerables páginas, de inabarcables vidas
que en soledad me buscan y en soledad me matan.


10 comentarios:

  1. Jesús, confieso que leerte es un privilegio. Te felicito por tu brillantez literaria. 👏👏👏

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    1. Gracias, Francisco. Todo es fruto de muchas lecturas. No todas las que quisiera, pero...

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  2. Genial. Todo un placer recorrer tus letras.

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  3. La musicalidad y la armonía que imprimen tus palabras, son un gran comienzo para este nuevo día.

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    1. Gracias, María. Con lectoras como tú da gusto escribir.

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  4. Leo tus escritos con curiosidad, da igual prosa o poesía. En ellos hay un mundo de palabras, un mundo de bibliotecas, magicas, elocuentes y descriptivas, y yo me pierdo con interés en ese universo.

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    1. Mil gracias, Auri. Como he dicho enotra respuesta, todo es consecuencia de las sucesivas lecturas. A escribir se aprende leyendo. Y consultando dudas en los cauces adecuados, claro. El acervo de las palabras se enriquece con el tiempo. Y a colocarlas en el lugar preciso se aprende con la práctica, correcciones y mucho material destruido. Y nunca se acaba de aprender ni se consigue dominar la escritura.

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  5. Has hecho un buen repaso de todas tus lectura, esa que te han convertido en el brillante poeta que hoy eres.
    Un abrazo.

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    1. Un abrazo, Juan. No es exhaustivo, pero sí rpresentativo. Aquí hay lecturas más cercanas: https://los52golpes.com/2018/jesus-andres-pico/102/epistolario-de-amelia-50.

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