Hubo de ser tu agua, mujer,
el agua que me diste para llegar al mar,
surcada la piel por la brisa de los besos
y un recuerdo de álamos temblando en los meandros,
hubo de ser tu agua la que calmara
la venturosa sed de mi pasado.
Tus piernas altas y el agua al fondo,
agua para navegar la dicha, frontera
del amor como una dentadura, agua
separada, agua junta entre muslos de piedra
que acaricia la vista émula de águilas
mientras la mano aparta suaves líquenes
de tiempo remansado. Mirar al Duero
en este punto es recordar los barcos
de papel navegando con poemas
que aún no sabían amar y que bajaron
por aquí en remotas tardes de infancia
y otros amores o rumor de agua pasando,
es abrazar tu cuerpo y ver con los mismos ojos
la profundidad del
deseo,
llegar al fondo
recóndito de la vida
con la única asistencia
de los labios,
la lengua y la sed de
poseerte
como se tiene y se goza
un río.
Es contemplar Urbión
entre los pliegues
geológicos de tu
piel y decirte quedo:
Dame tu agua, mujer, que voy al mar.
De "Los nombres del agua", Premio "Amantes de Teruel", 2020
(Imagen, Miranda do Douro, tomada de la red)
Bello y profundo poema Jesús. Tu manejo del vocabulario y tus recursos literarios, son una delicia para los sentidos y para el disfrute de la lectura... Te felicito! Eres un maestro!!!
ResponderEliminarSe agradecen tus palabras, Francisco. Siempre he dicho que para escribir bien hay que leer mucho, aprender de los buenos y emborronar mucho papel. Y, claro, comenzar temprano para que cuando llegue el momento que se pueda dedicar más tiempo a escribir, el resultado sea aceptable.
EliminarEstoy de acuerdo, pero luego está la capacidad de cada cual para saberlo hacer... y tú te has convertidoen un maestro de la escritura literaria, tanto en prosa, como en verso.
ResponderEliminarLa imaginación me lleva dando rodeos a tus palabras para admirar la catarata de expresiones que lleva el agua. Tú agua. Un buen y bonito poema.
ResponderEliminarGracias por tus palabras, Auri. He intentado que todo el libro tenga este equilibrio entre el amor y el agua. A ver cuando lo editan y os lo puedo ofrecer.
EliminarJesus, reparo ahora mismo en tu poema, pues es lo que tiene andar por estos mundos, sin rumbo, pero con pasión por visitar o desconocido, y me veo ahí,cuando visité esas aguas, y sentí la calma de sus entrañas en mi piel. Precioso poema, bucólico, relajante y descriptivo.
ResponderEliminarEl Duero es río de poetas. Con él emprendí el viaje hacia la mar, desde donde tú te encuentras ahora hasta estos maravillosos arribes. Y por el camino he ido recolectando amor y amistad.
EliminarBellas palabras jesus. Soy una enamorada del Duero. Tengo todo un recorrido hecho y relatado desde sus tierras de Soria hasta su desembocadura en Oporto. Fue uno de los viajes mas sentidos en profundidad. El Duero toma vida en mi cada vez que evoco aquel viaje.
ResponderEliminarYa has visto más Duero que yo.
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