Granada. Lavanderas en el río Darro por debajo del antiguo puente del Carbón (S. Colman, segunda mitad del XIX)
DARRO
Amarnos en Granada es amarnos en el agua
de la historia, llegar más allá
de la mirada ciega de tanta belleza,
tendernos en el tiempo,
en la tumba del tiempo,
como claros amantes yacentes
sobre el mármol y los libros.
Amar es vencer a la muerte,
derramarse en agua para vivir
en los jardines antiguos y mojados
como en una historia ajena.
Nos amamos en la ciudad moruna
con el llanto en las pupilas
y un rumor de sedas cayendo como agua.
Nos amamos hasta morir
de belleza y misterio
como se muere en un poema.
Estamos en Granada, en su Granada,
y el Darro llora.
TURIA
Remontaremos el cauce, amor,
Teruel también existe,
seremos Guadalaviar y Alfambra,
Isabel y Juan seremos
con mármol y mar en la mirada.
De "Los nombres del agua", Premio "Amantes de Teruel", 2020
Evocas dos ríos el legendario Darro, con su Granada, amor al agua, que viste la Alhambra y ese Túria que aun existiendo como Teruel, es nas modesto en su existir. Buenos poemas. Un buen regreso.
ResponderEliminarGracias, Araceli. Nos vemos. Un abrazo.
EliminarEn el ser hay mucha agua. Los ríos son nuestra fuente natural que se mueve por accidentes geográficos. Se merecen un homenaje. Y con tus poemas navegas por ellos. Los rindes a la vida y al amor y los haces apetecibles. ¡Buen trabajo!
ResponderEliminarRíos, lagos, enclaves marinos, nombres de agua donde navegó el amor se dan cita en este librito de 47 poemas y 80 páginas que ya los dedos casi acarician. Esperemos tener nuestras tertulias en septiembre para que pueda presentarlo ante vosotros.
EliminarCuando el amor se hace río,son mas bonitas las riberas y sus paisajes.
ResponderEliminarUn abrazo.
Un abrazo, Juan. Quienes tuvimos una infancia fluvial gustamos del mar para morir en él como los ríos.
EliminarLa belleza de Granada se funde con estos versos tan propios, tan singulares. Las mujeres lavando ropa en el río. Ohhh, qué recuerdos me trae la imagen del río, no del Darro, pero qué más da, un río en Granada, el agua entre las manos, esa agua nacida de las fuentes, Esa agua que tú llevas a tus versos y que discurre cauce abajo hasta llegar dentro del recuerdo. Magnifico poema Jesús, cómo no.
ResponderEliminarMuchas gracias, María. Granada, tu Granada, y el agua no podían menos que inspirarme.
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